Agentes de la AEI y FGE resultaron intoxicados después de un cateo en una vivienda en el norte de Chihuahua, tras descubrir que funcionaba como laboratorio clandestino de fentanilo, droga altamente letal.
El inmueble inicialmente se vinculaba con cocaína; sin embargo, los elementos confirmaron que se trataba de producción y manipulación de opioide sintético, sin equipo especializado de protección química.
Los agentes se intoxicaron gravemente por el contacto con los químicos asegurados, y fueron trasladados a un hospital; uno permanece en estado grave y el otro a evolucionado estable mientras expertos en sustancias tóxicas, aseguraron el lugar y las evidencias.
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